Siempre se dice que el cambio empieza en una misma. Que cuando algo no encaja, hay que mirar hacia dentro.
Y muchas veces es así. Pero no siempre.
Porque hay momentos en los que el cambio no nace de una reflexión interna, ni de un proceso lento y consciente.
A veces el cambio empieza desde fuera. Desde un gesto. Una frase. Una ruptura que no esperabas.
En mi caso, fue una pregunta. Una pregunta concreta, directa, incómoda: ¿Qué me estás aportando para que yo te pague tanto dinero?
Me la hizo un cliente que llevaba más de treinta años en el despacho. Uno de esos clientes heredados de mi padre.
De los que parecen intocables. De los que se dan por hechos.
Era, además, uno de los que más facturaban. Pero también de los que más desgastaban.
Aquel día entendí algo que llevaba tiempo sintiendo sin querer nombrarlo: ya no estábamos en el mismo sitio. Ni él. Ni yo.
Y seguir sosteniendo esa relación no tenía ningún sentido.
No fue una discusión. Fue una revelación. Si después de décadas de trabajo no era capaz de ver nuestro valor, entonces no había nada más que explicar.
No había reproche. Solo una claridad brutal. Yo había cambiado. Él no. Y con eso bastaba.
Cuando se fue, no sentí pérdida. Sentí alivio y liberación.
Y con ella, llegó el cambio real. Un cambio que no venía de estar lista, ni de haberlo trabajado todo por dentro.
Venía del hartazgo. De la incomodidad. De ese punto en el que ya no puedes seguir como hasta ahora.
Y eso también es válido. Porque no siempre esperas al cambio para cambiar. A veces cambias porque no te queda otra. Porque algo, fuera de ti, te dice que es el momento.
Y eso también cuenta. También vale. También transforma.
Creadora del Método CLARO, un programa de transformación para asesorías pequeñas que quieren salir del bucle y volver a disfrutar de su trabajo. Tras rediseñar su propia asesoría desde dentro, ahora acompaña a otros despachos a encontrar un modelo más sostenible, humano y rentable. Cree profundamente que otra forma de ejercer es posible… y desde este diario lo demuestra, artículo a artículo.